Este cuento, no presenta a un personaje que como forma de entretención y sin ningún otro motivo aparente decide adentrarse en la contemplación de sí mismo. Este personaje, del cual desconocemos su nombre. Se no presenta como u hombre común y corriente, y sin mayores ambiciones y que decide de un día a otro un pasatiempo que en un principio era inofensivo y que paulatinamente se torna en un hecho paranoico que deja entrever su mal estado psicológico.
Sin imaginar como acabaría este juego, cada día se apasiona más por observar hechos tan increíbles como: “contemplar tuberculosamente la luna llena mientras orinaba en la llanta de un lujoso automóvil ajeno”. Tal vez observarse a sí mismo no estaría mal como punto de reflexión, pero esta actividad, no tiene este fin, poco a poco se transforma en una obsesión, que no le permite ver nada que no tenga relación con él.
A partir de la lectura podemos percibir como el personaje obsesionado con saber más sobre sus reacciones y al punto de llegar a considerarse sospechoso de algo que era necesario averiguar, dejando de lado aquellas cosas que lo rodean, y aquellas actividades que acostumbraba a realizar. En cambio, el protagonista se satisface en observar las extravagancias de su propio comportamiento, transformándose él mismo en su objeto de estudio. Ya no es sólo un juego o pasatiempo, y aunque intente dejar esta actitud, para él es de mayor interés descubrir en sí aquello oculto, y que en sus escritos podría haberse develado, hecho que no ocurre.
El protagonista se da cuenta de su obsesión, y de los cambios que ha experimentado a partir de esta nueva “entretención”. Cito textual: “Después de haber tratado incluso de inculparme deslizando entre mis papeles, manifiestos y proclamas que nada tenían que ver conmigo”. Este hombre, poseído por su enfermedad, no enfrenta su situación, sino más bien sigue sumido en ella, y entra en el colmo de la obsesión secuestrando su objeto de estudio: él. Siendo su único intento frustrado la tortura.
Es posible a partir de lo señalado decir que el protagonista de este cuento posee una doble personalidad, que podría interpretarse como investigador/objeto investigado o como acosador/acosado, torturador/torturado, en cualquiera de los casos no existe un “vencedor” o un “derrotado”, pues en la medida que avanza el cuento, siempre están presentes ambas facetas del protagonista, pues este cuento no concluye como él protagonista lo hubiese esperado, con la evidencia de su culpabilidad y su posterior castigo, pues a pesar de la tortura no logra develar aquella declaración de su culpabilidad.
jueves, 25 de diciembre de 2008
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